Julio 2019
Queremos una ciudad viva en la que se pueda crecer, respirar y disfrutar de los espacios públicos, abiertos y verdes. Cuando miramos al centro de Xixón vemos un espacio amplio que se ha convertido en un lugar de disfrute de la ciudadanía, el “Solaron” está siendo parque de esparcimiento para animales, lugar de celebración de festejos y actividades variadas y sobre todo, punto de encuentro y disfrute de la
ciudadanía, un gran terreno verde y soleado que pretenden robarnos para entregárselo a la especulación.
Esa zona ya en 1782 despertó el interés de G.M. de Jovellanos quien presentó al Ayuntamiento un documento conocido como “Plan general de mejoras” que contenía diversos puntos de actuación para abordar el crecimiento del casco urbano, incluyendo la desecación de los terrenos pantanosos del Humedal y acometer la plantación de arbolado en caminos, carreteras y espacios públicos existentes en torno a la villa, que acabó suponiendo la creación de lo que podríamos considerar como el primer parque público de Xixón: el que se llamó “paseo de La Estrella” o “laberinto del Humedal”.
Los planes urbanísticos actuales, pretenden todo lo contrario, vender ese suelo, que es de todos y todas, para edificar y que se enriquezcan unos pocos. La ciudad se ha ido construyendo y ampliando con pelotazos urbanísticos uno detrás de otro, y si no lo evitamos el Solarón será el próximo. Un suelo que consta de dos parcelas que se destinarían según las previsiones especulativas para uso residencial con viviendas entre 5 , 6 y hasta 20 plantas y casi 6 mil metros cuadrados para uso comercial. Para ello se pretende gastar más de tres millones de euros en urbanizar la zona el año próximo.
Por el contrario, los ingresos que las arcas públicas obtendrán de esos terrenos son el “chocolate del loro”, su venta reportará unos ingresos, nos dicen, que se destinarán al Plan de Vías, un proyecto que se cifra en un coste total de más de 800 millones de euros y que lleva más de 15 años paralizado, enfrascado en estudios que sufren constantes retrasos y que está por ver cuándo y cómo se va a materializar.
La primera valoración de esos terrenos se realizó en torno a los 70 millones de euros. La subasta realizada por ese precio en 2016 quedó desierta, porque a las constructoras les parecía mucho dinero. Posteriormente Gijón Al Norte encargo un estudio a una consultora que aconsejó fragmentar el suelo en lotes y rebajar la pretensión de ingresos hasta 46.1 millones de euros, en el mejor de los escenarios.
Hasta el momento sólo ha trascendido una oferta por una de las parcelas que asciende a 16 millones de euros. Está es la realidad de las cifras, los ingresos de la venta de las parcelas no supondrán más de un 4-5% del gasto total del proyecto, en el mejor de los casos.¿De verdad queremos prescindir de un pulmón único y fundamental en el centro de la ciudad por sufragar ese porcentaje de un proyecto del que ni siquiera hay garantías de que se ejecute completamente?
La especulación urbanística y la burbuja inmobiliaria han sido el motor de la economía en estas últimas décadas, un motor que no ha generado ninguna riqueza social, sólo el enriquecimiento de unos pocos, dejando detrás de sus beneficios una crisis que hemos pagado toda la ciudadanía. Y ahora, pretenden volver a recuperar la economía con el mismo modelo especulativo, el motor de la construcción se pone de nuevo en marcha sin valorar los costes sociales del mismo.
Somos conscientes de los problemas de acceso a la vivienda que hay en la ciudad pero estos no están motivados por falta de viviendas, sino por precios desorbitados e inaccesibles para la mayoría de la población. Los pisos que se construirían en el Solarón, no van a ser accesibles para esa mayoría, serán nuevamente viviendas lujosos para unos pocos que además supondrá un nuevo incremento de los precios y el alquiler.
Una ciudad con los niveles de contaminación que tiene Xixón exige medidas concretas de reducción de los mismos y que las diferentes administraciones dejen de “marear la perdiz” con las mediciones de las partículas, pues cualquier vecino o vecina de la ciudad no necesita más que respirar o limpiar el alfeizar de su ventana para saber que los niveles de contaminación son altísimos. Construir una zona verde, con bosque y parque que se extienda hasta el actual Parque de Moreda es una medida clara, concreta y contundente en la lucha contra la polución. Una medida que está ya al alcance de la mano de una decisión política, lo que falta es la valentía e interés para ejecutarla. Los 3 millones que pretenden destinar a la urbanización podrían invertirse en la construcción de un parque para toda la ciudadanía.
La FAO ya ha determinado que cada árbol puede absorber hasta 15kg de CO2 al año, el Solarón puede ser de verdad el pulmón que ayude a respirar a nuestro Xixón del alma, puede ser nuestro pulmón central, puede ser el lugar de encuentro y ocio permanente que hoy ya tenemos.
En estos tiempos de creciente sensibilidad ambiental, de constatación de lo que representan la contaminación o de forma más global el cambio climático y sus posibles impactos, muchas decisiones respecto a la ciudad que queremos y construimos tienen que responder necesariamente a estos retos. Y el destino del Solarón no es ajeno a estas problemáticas; frente a la lógica de la especulación y el ladrillo proponemos la de la sostenibilidad social y ambiental.
Todos estos motivos nos impulsan a los y las abajo firmantes a reivindicar el mantenimiento del Solaron en manos públicas y la construcción en el mismo de una espacio verde y público de uso y disfrute de la ciudadanía, tenemos una oportunidad para aportar a un Xixón más habitable y sostenible.
Firmado:
Alejandro Nafría (fotógrafo)
Carlos Gómez Palacios (trabajador precario)
Verónica Rodríguez Fernández (técnica de cultura)
Vicente Díez Faixat (arquitecto)
Oriol Díez Mata (librero)
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